MADNESS IN MY MIND

MADNESS IN MY MIND
by Joseph Epitie

domingo, 14 de junio de 2015

Mi apuesta favorito

Miedo...por supuesto que todos lo tenemos, al enfrentarnos a la endeble pasarela de la vida, sea el ámbito que sea que estemos involucrados, el último pasito antes del salto, a veces de fe, acarrea cierto nerviosismo porque si no hay emoción... ¿Qué sería la vida y qué demonios hacemos con ella? Así pues debo decir que lo he tenido, y mucho, pero están los temores para eso, para vencerlos porque lo que deseamos está al otro lado del miedo.

Y lo reconozco...que si, que he caído y lo pregonearé a los cuatro vientos si hace falta y lo grito orgulloso sin ningún pudor porque probablemente sea el mejor sentimiento, más inocente y a la vez más fuerte que se puede experimentar por lo que creo y parece, es como volar sin alas ni sin los poderes de Superman. Además me da igual lo demás porque ande yo caliente descojónese la gente, que ellos si no lo han hecho ya caerán, ya saltarán y volarán porque esto es así. Escéptico de mi hace un par de años si me viera el viejo yo de ayer al de ahora...Pero esto es así, cambiar, evolucionar y mirar para adelante sin complejos ni temores porque después de todo si no se intenta no se gana y sabrás si merece la pena, siempre te quedarás con la duda pero yo no quiero dejar pasar este tren que pinta maravilloso, brillante e ilusionante porque si ya pone en su destino "Próxima parada Felicidad"...

Que si joder, que vuelo salto y canto, que tengo mariposas en el estómago y todos los pensamientos se entrelazan y confunden con tu nombre. Vaya que si siento si, por lo poco que se de la vida esta apuesta es de las de verdad, y lo siento lo se porque cada vez que deseaba hacer algo tenía esa sensación, de que pasara el tiempo rápido, veloz y raudo para llegar al momento crucial de...saltar, tirarme, vencer a la gravedad y...volar. Apuesto y apuesto fuerte, apuesto mi vida como siempre he hecho. All in a la vida. ¿Para qué está la vida si no es para apostar por lo que uno desea?.

jueves, 14 de mayo de 2015

Mi realidad favorita

Piedras. La verdad es que siempre he sabido en dónde me metía...que el camino nunca sería facil para nada ni tampoco nadie me iba a regalar nada en el, es más, encuentro dificultades a cada paso que doy y voy solucionando con el ingenio como buenamente puedo todas y cada una de las necesidades que me surgen, aunque parezca contradictorio, disfruto...disfruto cada paso de este sendero que la vida me ha dado el privilegio de vivir.

Niño. Cuando eres niño tienes una visión idealizada de la vida, que todo es de color de rosa...y desde tu perspectiva todo parece más grande, todo es una gran aventura...Las vacaciones parecen eternas, los días se hacen muy muy largos y un año parece que has vivido toda una vida. Y si tienes la fortuna como es mi caso de saber que es lo que quieres ser de mayor, ves aquella meta como el mayor de los faros que te ilumina los pasos en la vida, el que siempre pese a la densa niebla que nos mueve en la vida nos ayuda a seguir un rumbo fijo. Siempre supe lo que quería ser desde niño...desde que tengo uso de razón no he querido ser otra cosa,  no contemplaba otra opción y sabía que tarde o temprano, iba a lograr comenzar a caminar en este maravilloso proyecto de vida, tenía la inquebrantable fe de quien pretende desgastar una roca con un cuentagotas en esto.

Realidad. Hoy dia...casi casi después de un año caminando, corto desde mi punto de vista porque cuando estás divirtiéndote el tiempo pasa mucho más deprisa que en una salita de espera, así que sin duda ha sido fugáz. Y he de concluír, apenas a un par de días de acabar las clases y comenzar la etapa de lidiar con los exámenes que he aprendido mucho...muchísimo, pero no sólo de medicina, de sociedad, de amistad, del amor, de la ética, de la vida...De un año para acá he cambiado mucho, he visto la muerte pasar junto a mi y sonreír pícaramente mientras se llevaba a ancianos, jóvenes, niños y yo impotente, nada podía hacer. He visto el drama humano de las personas y la sociedad, pero también he podido contemplar la dicha y la alegría que supone no volver a ver el mismo nombre en las historias clínicas porque aquella persona...ya se recuperó y vuelve a su casa a seguir con su vida, quizás nunca te diga gracias porque desde un frío laboratorio no te llegue, pero la satisfacción personal de haber participado en su recuperación no tiene precio alguno.


Cierre. Parece un camino así contado idílico pero...tan sólo es el principio de este y testimonios me llegan de aquellos que llevan ya "el motor quemao" de tantas y tantas asistencias y horas de servicio, ese cotilleo informativo de historias, ese comentar en los pasillos, esa falta de ética, de pudor profesional, ese espiar por el mero hecho de conocer sin ser necesario o ese caminar por la bajeza de nuestro trabajo. Tenemos en las manos a personas, no cuerpos ni órganos, pacientes, no números en una historia, tenemos vidas en nuestras manos que confiadamente quieren que resolvamos y ojalá no pierda esa perspectiva de niño que tenía de esta tan bella carrera ni acabe sucumbiendo a ese ruin día a día en que muchos a veces presas de la desídia o simplemente por el mero hecho de cotilleo hacen a diario, ojalá no caiga jamás en esa tentación, y bien de ocasiones que tuve pero ante todo y sobretodo profesionalidad. Quisiera alertarme a mi yo del mañana, que leerá estas líneas, que sepa que le estoy vigilando, que nunca deje de trabajar en pro de la verdad, de la libertad, de la vida y al servicio de los demás, que nunca deje de buscar la mejor solución que seguro estará al lado de la vida, que todas las dificultades se resuelven salvo la muerte equitativa pero...el resto tiene solución siempre. Quizás no sea la asignatura más importante Valores personales y profesionales pero si muy necesaria para el día de mañana, pues quiero convertirme no sólo en médico, sino en el sueño del niño que fui ayer.