MADNESS IN MY MIND

MADNESS IN MY MIND
by Joseph Epitie

miércoles, 15 de octubre de 2014

Mi elefante favorito

En ocasiones creemos que estar preparados para realizar cualquier tarea, y más para la que deseamos desde siempre, pero en esa burbuja de ilusión todo parece ideal y bonito hasta que la punzante realidad explota ese pequeño paraíso para ponernos frente a frente con nuestros temores.
La "reciente" crisis del virus del ébola no solo ha sido un problema sanitario, económico y humanitario, sino también personal. Cada día es más conocido por el gran público las devastadoras consecuencias de contraer este mal por lo que siendo sanitario, personal de limpieza o símplemente desarollar tu profesión en un entorno hospitalario es ya un riesgo mayor que para cualquier ciudadano normal de a pie. Cualquier enfermedad es susceptible de enfermarnos pero cuando te enfrentas con las dudas y el miedo es cuando has de decidir que hacer, si bien seguir adelante con tu labor o echarte a un lado, cualquiera de las opciones es perfectamente válida. Quitando cualquier contexto que influya a la hora de enfrentarse no sólo a esta realidad biológica sino a muchas y muy desagradables hay que tener cierto aplomo y arrojo a la hora de combatir, pues no todo el mundo está preparado para "ver al elefante" una y otra vez sin abandonar.

Este dilema me ha acompañado estos días atrás después del aluvión informativo al que nos someten los medios de comunicación augurando el peor de los escenarios posible. Sin más ganancia que la satisfaccioón personal de ayudar al prójimo, con riesgos de acabar dejándote el corazón y la salud mental en el camino... ¿Merece la pena sufrir estos trances? Con el miedo sobrevolando las cabezas de todos y la mía, cada vez que me acercaba a la zona 0 dudaba si seguir adelante o no.
Ese mismo día, en un paseo matutino para realizar un pequeño descanso tuve que comprobar de primera mano la vida misma, los que se van, los que se quedan, los que están a punto de irse...es duro asumir que no podrás estar para todo y para todos pero para los que puedes estar es una satisfacción enorme ver como abandonan las puertas sin mirar atrás, ver la sonrisa en cada esquina al tender su mano y tu agarrarla con fuerza y decisión, por todos sea cual sea su condición, merece la pena luchar cada minuto, si, merece la pena. Y tras esta lucha interna y el diálogo con la almohada me decidí, seguiría adelante, es mi sino, mi camino y mi decisión.

"Si ser médico es entregar la vida a la misión elegida. Si ser médico es no cansarse nunca de estudiar y tener todos los días la humildad de aprender la nueva lección cada día. Si ser médico es hacer de la ambición nobleza; del interés, generosidad; del tiempo destiempo; y de la ciencia servicio al hombre que es el hijo de Dios. Si ser médico es amor, infinito amor a nuestro semejante... Entonces ser médico es la divina ilusión de que el dolor, sea goce; la enfermedad, salud y la muerte vida."    - Gregorio Marañón -