Cuando algo empieza mal suele acabar peor, hay cosas que penden de un hilo...alguien a quien quieres o incluso a alguien a quien apenas conoces, al final el condicional es el que vale.
Ya no creo en el Destino, creo que tenemos más control del que creemos y que cada acción tiene su reacción, después de todo, el más mínimo acontecimiento, incluso una mariposa en el batir de sus alas puede cambiarlo todo, a veces para mejor...aunque al principio no lo parezca.
Es curioso como un acontecimiento aparentemente insignificante puede desencadenar todo. Algo nimio puede convertirse en algo importante.
Y tras todo esto, lo más importante, aprendes a aceptar que hay cosas que no están en tus manos y aunque todo parezca o salga bien no puedes evitar mirar hacia atrás y pensar ¿Y si las cosas hubiesen ido de otro modo?